sábado, 27 de junio de 2009

El México Narco, otra mafufada de Dios

“No creer en Dios hace a la juventud esclava de narcos, señala Calderón”

Este es el encabezado de una nota publicada en el diario La Jornada el sábado 27 de junio de 2009, (este es el link: http://www.jornada.unam.mx/2009/06/27/index.php?section=politica&article=003n1pol&partner=rss)
Ahora resulta que los culpables de la corrupción política, policiaca, militar y empresarial que han impulsado el negociazo del narco en México es culpa de los chamacos que no van a la doctrina!!! Que pendejada es esta!, si creíamos que Fox había sido el Narcopresidente más estúpido que México ha padecido parece que nos equivocamos. ¿Dónde quedan los ateos? ¿Son criminales o drogadictos en potencia?

Cuestión de Fé

México, país católico en su mayoría vive actualmente en la desesperanza, abandono y miseria espiritual, todo por la torcida interpretación bíblica que impone la corporación comandada desde el vaticano y que obedece a los intereses terrenales del poder y del dinero. La clase política mexicana hipócrita y persignada, aparece en TV arrodillándose ante una deidad guadalupana fabricada en tiempos de la colonia (ni siquiera se postra ante el Dios de los cristianos), dándose golpes de pecho mientras momentos antes desde su despacho en los pinos comanda asesinatos, desapariciones, acusaciones falsas, encarcelamientos, violaciones, torturas y tantas atrocidades contra ciudadanos incómodos a su régimen y tráfico de enervantes. El pueblo se da cuenta de todo esto y se ha sumido en la desesperanza, en su desmoralización, en la negación de su Fe, que para colmo ha sido mancillada cientos de veces por el pene de un ensotanado enfermo, de un cardenal encubridor y hasta de un Papa hipócrita que le interesa más el caudal de limosnas que recibe, a la salud espiritual de la feligresía.
Hay una campaña bien montada y ejecutada para incrustar aún más a la Guadalupana en el conciente colectivo mexicano, la televisión transmite misas, novelas, imágenes y eventos del 10 de mayo a favor de la Guadalupana.
El estandarte que Hidalgo utilizó para levantarse en armas contra el mal gobierno y la explotación, ahora lo usa el mismo gobierno para dominar y controlar al pueblo desmoralizado, ironías de la historia.
Nuevamente vuelve el pueblo a desconcertarse por una situación ambivalente, como si no fuera suficiente las que a diario vivimos, pero todo es causa de ignorancia histórica, religiosa y convicciones.

Pero oh sabiduría católica, nos ha salvado, nos inculcan desde que somos niños el concepto de un Dios omnipotente y Todopoderoso, somos pequeños peones en este tablero terrenal que Dios mueve a su antojo, todo pasa porque Dios así lo quiere, porque Dios lo permite, no se mueve la hoja de un árbol si Dios no lo autoriza. Entonces Dios es el Capo de capos, enfermo, psicópata, demente perverso que se regodea con el caos que nos traemos en esta canica viajera en el espacio. Esta verdad nos libera de toda responsabilidad, uf! Que alivio, ya chingué, no hice más que obedecer los santos designios del Jefe y me voy al cielo.

Somos libres, para hacer o no hacer, para creer o no creer, eso nos hace responsables por nuestros actos, pero hay de responsabilidades a responsabilidades, y en el caso del Narco Mexicano nomás para responder al imbécil de los pinos, quiero terminar con un prólogo de Rafael Rodríguez Castañeda publicado en la edición especial de Proceso: “El México Narco, segunda parte”.

El tamaño del narcotráfico en México equivale a la magnitud de la corrupción, Si fuera posible trazar con detalle el mapa de los cárteles de la droga coincidiría, casi calcado, con la trama de los gobernantes y de los miembros del ejército, las corporaciones policiacas y el poder judicial, que han intercambiado por poder, por riqueza o por temor la lealtad al país al que presuntamente se deben.
Sin ese contubernio ya antiguo, no se explicaría la descarnada realidad que Proceso ofrece en ésta, la segunda de las ediciones especiales dedicadas a dibujar la geografía del narcotráfico nacional.
Por estas páginas transcurren sin tamices, escenas, acontecimientos, circunstancias, personajes del narco, sus cómplices, sus protectores y sus víctimas, en: Tamaulipas, Nuevo León, La Laguna, Zacatecas, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Yucatán, Campeche, Veracruz, El Estado de México, el Distrito Federal …
Las imágenes y los textos que contiene, sin duda brutales, no se originan en mentes alucinadas; conforman literalmente la película de un país sin maquillaje. Un país al que los hombres del poder político y económico –con sus abusos sin límite- han contribuido a degradar.
Podría pensarse que el México Narco presenta demasiada violencia, demasiados muertos, demasiada sangre, demasiados descabezados, demasiados torturados… Pero con decenas de miles de soldados y policías en las calles, con decenas de miles de sicarios dispuestos a matar o morir, con millones de familias en la pobreza extrema, con millones y millones de jóvenes en la desesperanza, hoy en México nada es demasiado…

No hay comentarios:

Publicar un comentario